

Bienvenido a este espacio de reflexiones influenciadas, pensamientos prestados y desvaríos varios donde compartiré, con quien quiera leerme, algunas de mis inquietudes (solo las confesables). ¡Es un placer desconocerte!
Se inicia hacia los tres años y culmina sobre los 5 años.
Si la primera edad de las preguntas, en torno a los 24 meses, se dirigía a saber qué son las cosas que ve el niño y cómo se llaman, la segunda edad de las preguntas, es la edad del "por qué". Comienza el desarrollo del razonamiento lógico.
"Lo importante es no dejar de hacerse preguntas". (Albert Einstein)
" No tengo talentos especiales, pero sí soy profundamente curioso " (Albert Einstein)
Los sentimientos humanos están infravalorados. La gente habla de ellos como si fuesen inútiles canicas de cristal que estamos obligados a llevar en nuestro bolsillo hasta el día en que nuestro corazón deje de latir. Y, en cierta manera, no se equivocan.Cada canica es única y tan frágil que un simple choque podría quebrarla en cientos de pedazos imposibles de volver a fusionar. Cada canica expresa una emoción vivida, un único e inestable momento en nuestras vidas mortales; todas y cada una de esas diminutas esferas de transparente cristal contiene la huella de nuestra existencia, la razón por la que la vida logra tener sentido, la respuesta a nuestra irracionalidad. ¿Qué sería de nosotros si no fuésemos capaces de amar? ¿Cómo podríamos seguir vivos sin saber lo que significa el dolor? ¿Qué clase de monstruosseríamos si no conociésemos al detalle lo que es la soledad, la amistad, la lealtad o la traición?Algunos consiguen desprenderse del peso que supone soportar tal carga, pero eso sólo ocurre cuando la persona ignora su propio potencial. Yo, por ejemplo, jamás he conocido sentimiento más fuerte y destructivo que el amor: mezcla de locura y pasión, confianza y celos, felicidad y dolor…Yo mismo ignoraba tales habilidades, y como la mayoría, las atribuía a personas débiles e inconstantes. Pero ahora que conozco a la perfección el funcionamiento de mi propia mente, sé lo que soy capaz de hacer.
El universitario que buscan las empresas El aspecto más valorado por la mayor parte de las compañías de nuestro país a la hora de contratar a un joven recién graduado en la Universidad es la experiencia laboral que haya adquirido durante su etapa estudiantil. Este aspecto es mencionado por el 66% de las compañías, mientras que sólo el 15% de ellas considera que las calificaciones académicas son la información más relevante en sus procesos de selección. Además, el 55% valora el área de especialización que haya cursado y el 52% tiene en cuenta la institución en la que ha estudiado. Este último aspecto es menos valorado en el resto de los países, con una media del 30%.
Estas con algunas de las conclusiones de un estudio elaborado por el Instituto Trendence, una firma alemana especializada en el desarrollo de investigaciones en el ámbito universitario y laboral. El informe, denominado Campus 360, se ha elaborado con los resultados de una encuesta online realizada entre los seleccionadores de personal de las compañías que mayor número de jóvenes titulados contratan en 20 países de todo el mundo, incluido España.
Las empresas de nuestro país le ponen una media de un 6,5 sobre 10 a la preparación de los jóvenes graduados. El país más satisfecho con sus titulados es Suiza (7,6) y sólo las compañías japonesas suspenden a sus universitarios, a los que califican con un 4,9.
La mayoría de los reclutadores españoles, el 37%, concede mayor importancia a las competencias del candidato frente a su personalidad, aunque ésta es valorada en primer lugar por un cercano 33%, y sus conocimientos por el 29%. En el conjunto del resto de países que son objeto de estudio, se prima, al contrario que en España, en mayor medida la personalidad (37%), frente a las competencias (34%).
El candidato perfecto para las empresas españolas es un joven hábil para trabajar bien en equipo (71% de los encuestados), con una actitud flexible y capacidad de adaptarse a las circunstancias (65%), con facilidad de aprendizaje (59%), habilidades comunicativas y para las relaciones personales (46%), que sean entusiastas y tengan una actitud positiva (42%), y que sean organizados y sepan marcarse prioridades (35%).
Por el contrario, sólo el 17% considera un factor esencial de éxito profesional las habilidades para trabajar de manera independiente y autónoma, y la capacidad analítica y la visión global sólo son destacadas por el 28%.
Las facetas menos valoradas, calificadas como esenciales por menos del 17%, son la puntualidad y el respeto por el tiempo de los demás, el autocontrol y la cortesía, el espíritu emprendedor, la precisión y la atención al detalle, la curiosidad y la creatividad, y la integridad y los principios éticos.
Un escaso 8% dan importancia a otros aspectos personales que suelen ser incluidos en el currículo, como sus aficiones o la militancia en asociaciones estudiantiles. Aspectos sin embargo mucho más valorados en otros países como Japón, Canadá, Bélgica, Suecia, Holanda y Reino Unido.
Doritos lanzó
"Todo sería más fácil
"Todos hablaríamos el mismo idioma"
Así lo explica un argentino en su salsa: "Yo me acuerdo que en mi época, hace unos doce años atrás, si invitabas a una chica a bailar lentos, y la chica aceptaba, chapabas seguro, era casi una ley. Con el tiempo, los lentos fueron muriendo. Muchas veces me pasó que estuve chamullando toda la noche una chica y cuando estaba a punto de darle un beso, me prendían las luces y venia el gorila de seguridad y me decía “Flaco, se termino, vayan afuera” , y yo me quería morder la espalda de la bronca que me daba. Por esto, y tantas cosas más, que vuelvan los lentos."
"Los hombres lentos no existirían"
"El mundo sería más justo"
¡¡¡ QUE VUELVAN LOS LENTOS!!!
La asociación que existe entre la práctica del sexo y la idea que se tiene del compromiso en una relación es muy importante. De hecho, podríamos afirmar que es determinante. Es decir, el grado de deseo sexual que puede sentir una persona con respecto a otra suele tener una estrecha relación con el nivel de compromiso que considera que está implícito en dicho acto.
La idea de que practicar sexo con alguien puede llevarles a comprometerse en una relación de pareja, para muchas personas, puede resultar muy poco atractiva. Suelen asociar el sexo a una idea mitificada de libertad que, a veces, esconde un miedo inconsciente a compartir intimidad afectiva, que no carnal.
Por un lado, tienen la intención de disfrutar, mientras que por el otro consideran que para que una situación sea divertida, ésta debe estar totalmente desprovista de cualquier tipo de compromiso. Quieren pasar un buen rato sin que esto les obligue a ningún otro vínculo. En algunos casos puede tratarse de una actitud extrema en la que la persona, de hecho,huye del compromiso. Sin embargo, también puede tratarse simplemente de una fase exploratoria en la que la persona esta deseosa de compartir y conocer.
En contraste, hay otro tipo de personas que se sienten muy poco motivadas a realizar prácticas sexuales a menos que haya un compromiso explícito por parte de la otra persona. En muchos casos les preocupa que el interés que despierten sea meramente sexual. Temen ser utilizadas como objetos y verse 'cosificadas'. También puede esto llevarse al extremo cuando la persona desea llegar virgen o casta al matrimonio. Para estas personas, el matrimonio es el contrato que les autoriza a revelar su intimidad y practicar el sexo. Hoy día, esto es cada vez menos común en nuestra sociedad, aunque hay círculos que fomentan claramente este tipo de actitud.
Hay un buen número de personas cuya actitud se encuentra en un punto medio con respecto al deseo de realizar actividades sexuales al tiempo que manifiestan un compromiso en la relación. Mucha gente, en distintas fases de su vida, oscila entre una actitud y otra. Sin duda, un factor que influye especialmente en el interés que alguien tiene para comprometerse es el deseo que le despierta la otra persona.
Muchas veces, si no toman la iniciativa, no es por pereza o por desgana, sino porque no se atreven. Temen el rechazo, temen que sus acercamientos no caigan bien y prefieren no hacer nada antes que equivocarse. Cuando no hay mayor equivocación que no atreverse. Pero ellos siempre tienen una excusa…
Generalmente, una actitud activa en nuestras relaciones ofrece mayores garantías para la satisfacción de nuestros deseos que una actitud pasiva. Podemos ponernos cómodos y esperar a que las demás personas nos entretengan, nos mimen, nos muestren su afecto... o podemos tomar la iniciativa y ser nosotros quienes demostremos nuestro interés y amor por otras personas. En muchas ocasiones, nuestra iniciativa será acertada y seremos bien correspondidos. Y si no, hay que madurar y aprender a aceptar un "no" sin que se convierta en un drama.
Las relaciones de pareja dependen en gran medida de la disposición de ambos miembros y se expresa por medio de iniciativas, más o menos explicitas. En las relaciones sexuales ocurre exactamente lo mismo. Es verdad que tradicionalmente se suponía que la mujer debía de esperar a que el hombre marcara las pautas. Afortunadamente, esto ha cambiado y ahora todos podemos explorar y disfrutar de ser seducidos y aprender el juego de la seducción. Lo ideal, en cualquier pareja, es que la iniciativa venga por ambas partes y que cada uno pueda expresar todas sus potencialidades.
La alternancia de roles puede suponer un gran logro. Siempre hemos dicho que en las relaciones de pareja hay que saber dirigir y dejarse llevar. Disfrutar de los dos papeles: ser locomotora, remolcando y marcando el camino; y ser vagón, dejándose llevar. Alternar los dos polos permite desarrollar todas nuestras posibilidades, nos ayuda a disfrutar de muchos matices y a compartir responsabilidades, rebajando los niveles de tensión y ansiedad que demasiadas veces anidan en las alcobas.
Además, ser capaces de integrar estas polaridades puede ser todo un descubrimiento, no sólo en el ámbito sexual, sino otras facetas de la vida.