Llegué a Madrid hace unos 5 años. Hasta el verano anterior, nunca había pasado uno entero en la capital, lejos del mar, de la playa y de mi familia. No me lo imaginaba. Y no por el hecho de estar lejos y tener morriña, que con el tiempo se va suavizando, sino por el calor. El calor y la ausencia de mar es una combinación que me cuesta asimilar. Además no se trata de un calor cualquiera, es el calor de Madrid. Si has estado algún día de julio o agosto en la capital sabes de lo que hablo.
Supongo que es el precio a pagar por tener trabajo, que las vacaciones ya no son "ilimitadas". Atrás quedan esos veranos universitarios, con todo aprobado y 3 meses sin ninguna obligación por delante. Ahora toca "pringar". Pero no me quejo. Aunque pensé que no sería capaz de superar un verano en Madrid, he de decir que sí, ¡sí se puede! Obviamente queda el recurso de escapar los fines de semana, pero no siempre es posible y el verdadero problema está entre el lunes y el viernes. Se puede luchar contra el calor yendo a una piscina. Nunca será lo mismo que la playa pero algo refresca. Y luego están los museos. Hay un montón en Madrid, además de otros espacios culturales como: Matadero, La Casa Encendida, CentroCentro, CaixaForum o FundaciónMapfre . Y tienen aire acondicionado.