"La fotografía como yo la concibo, bueno, es un dibujo, un boceto inmediato hecho con la intuición.
Y no puedes corregirlo. Si debes corregirlo, será la siguiente fotografía. Pero la vida es muy fluida… Bueno, a veces las imágenes desaparecen y no hay nada que puedas hacer. No puedes decirle a la persona, “Oh, por favor, vuelve a sonreír. haz ese gesto de nuevo. ” La vida es una sola vez, para siempre".
"Creo que las fotografías no deben tener ningún título, sólo la ubicación y la fecha. La fecha es importante porque las cosas cambian".
"La gente debería solo mirar. Debemos despertar nuestra sensibilidad. Pero la gente no lo hace".
"Con la llegada de la publicidad y del color, Cartier-Bresson (...) se dedica a la vida contemplativa y a montar exposiciones y libros. Sigue disparando de vez en cuando, y vuelve a la poesía de sus primeras fotos. Tras la vorágine, elige la lentitud y el silencio. Como si ya estuviera todo dicho" (Cartier Bresson, el retrato de un siglo, El País).
Más, hasta el 7 de septiembre, en la Fundación Mapfre (Paseo de Recoletos, 23).