Cuando una amiga me pidió una lista de planes para hacer en Madrid con una persona que no conocía la ciudad, inmediatamente se me vino a la mente este reportaje que había visto hace tiempo.
De él, y de las infinitas listas que hay por Internet, se pueden sacar unas cuantas ideas sobre qué hacer, qué ver o dónde comer en la capital de España.
Pero ella me pidió algo más personal, así que aquí va mi lista de cosas que he hecho en Madrid y que volvería a hacer con alguien que no conoce esta ciudad:
Pero ella me pidió algo más personal, así que aquí va mi lista de cosas que he hecho en Madrid y que volvería a hacer con alguien que no conoce esta ciudad:
1/ La primera cosa que hacer es más bien una recomendación de no hacer: intenta evitar coger el Metro. El plano mola (está considerado uno de los mejores y más simples diseños del mundo) y le tengo cariño porque fue mi primer contacto con la ciudad. Durante los siguientes cuatro años a mi llegada me pasé unas dos horas al día en sus vagones. Luego descubrí y pude disfrutar del placer de andar: con los pies y con la moto. Si no tienes una alquílala en Cooltra. Es la mejor manera, en mi opinión, de moverte por Madrid (y probablemente por cualquier otra ciudad del mundo). Si lo que no tienes son pies (lo siento) o no te gusta caminar (vago) tienes la alternativa del bus, con la ventaja respecto al metro de que vas sobre la superficie viendo las calles y demás. Por ciertas zonas también es agradable montar en bici. Puedes alquilar una aquí y darte un paseo por Madrid Río. Párate en Matadero y echa un vistazo a alguna de sus propuestas culturales o tómate algo en su plaza (o ambas).
2/ Hablando de cultura, Madrid ofrece mucha. Está lleno de museos y galerías (con aire acondicionado). Mi recomendación personal: Swinton & Grant (C/ Miguel Servet, 21). De paso que vas por allí, aprovecha para comprobar que la ciudad no solo tiene arte entre cuatro paredes. Los muros de Tabacalera son un buen ejemplo de ello, pero hay más. De todas las intervenciones urbanas estate atento a las de E-1000 (intenta encontrarlo perdiéndote por el centro).
3/ Otro sitio de Madrid por donde perderse, esta vez entre la multitud, es El Rastro. Empieza el domingo con un buen desayuno (el del Vips me vale, pero si puede ser un chocolate con churros en San Ginés mejor). Si te levantas tarde porque has salido de bares por La Latina (o por algún otro lugar de ocio nocturno madrileño) ve directamente a tomarte un bocadillo de calamares a la Plaza Mayor. Típico, pero imprescindible. Para bajar la comida, camina desde la estatua de Felipe III hacia la calle Toledo dirección Plaza de Cascorro. Cuando empieces a ver puestos y mucha gente, déjate llevar (hasta las 3-4pm).
4/ Por la tarde, disfruta del terraceo a ras de suelo o en una azotea. Mi favorita es y será siempre la del Círculo de Bellas Artes. Desde ahí podrás hacer unas buenas panorámicas de la ciudad. También desde el Cerro del Tío Pío (Metro Buenos Aires) donde además de ver una bonita puesta de sol, te puedes echar las risas contando la anécdota de las siete tetas. Si después te apetece tomar un relaxing cup of café con leche no vayas a la Plaza Mayor (si me estás haciendo caso ya deberías haber pasado por ahí). Merece la pena moverse hasta Naif o cualquiera de estas otras cafeterías. Para cenar escoge de entre los restaurantes que te propongo en esta lista personal. Por sugerir uno al que no fui, pero me quedé con las ganas: Pajarita (C/ Apodaca, 20). De mis últimos descubrimientos: Goiko Grill.
Después de la cena, tómate un helado (Llaollao no falla, sino juégatela en cualquiera de estas heladerías) y pasea desde Sol, por ejemplo, hasta Ópera, a través de la calle Arenal. Echa un vistazo a la catedral de La Almudena y el Palacio Real. Cruza los Jardines de Sabatini y, si no te desorientas, llegarás al Templo de Debod. Si vas con una chica no esperes más, bésala ahí mismo. Luego puedes volver por Plaza España y subir toda la Gran Vía hasta Cibeles donde veréis uno de mis edificios favoritos de Madrid: El Palacio de Telecomunicaciones (la foto de abajo es lo que veréis si subís a su terraza).
Si estás muy motivado acaba en la Puerta de Alcalá. Aunque lo puedes dejar para el día siguiente y aprovechar para pasear por el Parque del Buen Retiro y remar un rato en las míticas barcas.
5/ De mi ciudad de origen, Vigo, siempre digo que son más bonitos sus alrededores. De Madrid no puedo decir lo mismo, pero sí que tiene a mano sitios a los que merece la pena acercarse si dispones de tiempo y de coche. Si no tienes, alquila un Bluemove por horas (o por el día entero) y ve a visitar el Acueducto de Segovia, el Monasterio de El Escorial, el Alcázar de Toledo o el Palacio de Aranjuez. También puedes ir en bus o en tren, pero mola menos que conducir un híbrido (o un eléctrico, si no vas a hacer muchos km. o planificas donde recargarlo). Y si vas con varias personas incluso te puede salir más barato.
6/ Sin duda me dejo muchas cosas en el "teclado"... Podría estar escribiendo sobre qué hacer en Madrid eternamente, pero supongo que una vez en la capital, si estás un poco atento, te darás cuenta que es imposible aburrirse con todo lo que la ciudad ofrece. Igual que te pasará a ti, me pasó a mí antes: querrás volver porque siempre queda algo nuevo por descubrir. O en mi caso, además, personas a las que visitar.
3/ Otro sitio de Madrid por donde perderse, esta vez entre la multitud, es El Rastro. Empieza el domingo con un buen desayuno (el del Vips me vale, pero si puede ser un chocolate con churros en San Ginés mejor). Si te levantas tarde porque has salido de bares por La Latina (o por algún otro lugar de ocio nocturno madrileño) ve directamente a tomarte un bocadillo de calamares a la Plaza Mayor. Típico, pero imprescindible. Para bajar la comida, camina desde la estatua de Felipe III hacia la calle Toledo dirección Plaza de Cascorro. Cuando empieces a ver puestos y mucha gente, déjate llevar (hasta las 3-4pm).
4/ Por la tarde, disfruta del terraceo a ras de suelo o en una azotea. Mi favorita es y será siempre la del Círculo de Bellas Artes. Desde ahí podrás hacer unas buenas panorámicas de la ciudad. También desde el Cerro del Tío Pío (Metro Buenos Aires) donde además de ver una bonita puesta de sol, te puedes echar las risas contando la anécdota de las siete tetas. Si después te apetece tomar un relaxing cup of café con leche no vayas a la Plaza Mayor (si me estás haciendo caso ya deberías haber pasado por ahí). Merece la pena moverse hasta Naif o cualquiera de estas otras cafeterías. Para cenar escoge de entre los restaurantes que te propongo en esta lista personal. Por sugerir uno al que no fui, pero me quedé con las ganas: Pajarita (C/ Apodaca, 20). De mis últimos descubrimientos: Goiko Grill.
Después de la cena, tómate un helado (Llaollao no falla, sino juégatela en cualquiera de estas heladerías) y pasea desde Sol, por ejemplo, hasta Ópera, a través de la calle Arenal. Echa un vistazo a la catedral de La Almudena y el Palacio Real. Cruza los Jardines de Sabatini y, si no te desorientas, llegarás al Templo de Debod. Si vas con una chica no esperes más, bésala ahí mismo. Luego puedes volver por Plaza España y subir toda la Gran Vía hasta Cibeles donde veréis uno de mis edificios favoritos de Madrid: El Palacio de Telecomunicaciones (la foto de abajo es lo que veréis si subís a su terraza).
Si estás muy motivado acaba en la Puerta de Alcalá. Aunque lo puedes dejar para el día siguiente y aprovechar para pasear por el Parque del Buen Retiro y remar un rato en las míticas barcas.
5/ De mi ciudad de origen, Vigo, siempre digo que son más bonitos sus alrededores. De Madrid no puedo decir lo mismo, pero sí que tiene a mano sitios a los que merece la pena acercarse si dispones de tiempo y de coche. Si no tienes, alquila un Bluemove por horas (o por el día entero) y ve a visitar el Acueducto de Segovia, el Monasterio de El Escorial, el Alcázar de Toledo o el Palacio de Aranjuez. También puedes ir en bus o en tren, pero mola menos que conducir un híbrido (o un eléctrico, si no vas a hacer muchos km. o planificas donde recargarlo). Y si vas con varias personas incluso te puede salir más barato.
6/ Sin duda me dejo muchas cosas en el "teclado"... Podría estar escribiendo sobre qué hacer en Madrid eternamente, pero supongo que una vez en la capital, si estás un poco atento, te darás cuenta que es imposible aburrirse con todo lo que la ciudad ofrece. Igual que te pasará a ti, me pasó a mí antes: querrás volver porque siempre queda algo nuevo por descubrir. O en mi caso, además, personas a las que visitar.