No me digas que las palabras no importan.
"Es verdad que los discursos no solucionan nuestros problemas, pero también es verdad que si no inspiramos al país a creer de nuevo, entonces da igual cuantas medidas y planes tengamos."
"No me digas que las ideas y la inspiración no importan, que la esperanza no importa. (...) Hablo demasiado de la esperanza. Me critican diciendo que soy naive, idealista, que mi cabeza está en las nubes,... Aparentemente, si hablas de esperanza, no puedes tener una visión clara de la realidad. (...) Es verdad, hablo demasiado de la esperanza porque era muy improbable que yo estuviera en este escenario esta noche. Mi madre me tuvo siendo una adolescente, mi padre nos abandonó cuando tenía dos años, fui criado por una madre soltera y mis abuelos. No tenían dinero, ni riquezas, ni status. Pero me dieron amor, una educación y esperanza."
"La esperanza no es optimismo ciego. No es ignorar los retos que se te presentan en el camino. Sé que el cambio va a ser difícil."
