Hace poco tuve que hacer una mudanza. Hacía bastante que no hacía una tan grande y sobre todo una que me provocara tanta nostalgia. Creo que hay pocas cosas que provoquen más nostalgia que una mudanza. Sobre todo cuando te vas de un sitio en el que te hubieras quedado toda la vida. Ir cerrando etapas para empezar otras nuevas, en eso parece que consiste la vida. Bueno, y en tratar de ser felices entre medias. Pero ese es otro tema y ya si eso hablaremos de él por aquí en otra ocasión.
Hoy me apetece centrarme en la sensación que se siente cuando se mira hacia atrás. Hace unos días al entrar en Facebook, la red social me recordaba una foto de hace 2 años. La foto de mi orla universitaria. Muchas cosas han cambiado desde entonces... empezando por mi aspecto!
Un artículo de la revista Vox (que marqué como favorito hace más de dos meses en Twitter y al que recurro ahora para escribir esta entrada) desarrolla muy bien el tema de la nostalgia en la era 2.0 a través de la historia de Timehop, una aplicación que recoge viejas publicaciones de tus redes sociales y te las muestra en el presente. El autor del texto, Joseph Stromberg, nos invita a entrar en nuestro Facebook (no en la app móvil, sino en nuestro desktop), ir a nuestra foto más reciente y pinchar en la flecha de la izquierda.
En mi caso me "teletransporto" siete años atrás, concretamente a mayo de 2008. En la foto aparezco con compañeros de baloncesto de mi colegio. Casualidad o no, en mi foto más reciente también aparezco con compañeros de mi equipo de baloncesto, coincidencia que me alegra, pues hay ciertos vínculos del pasado que uno no quisiera perder nunca.
La RAE define nostalgia, en su segunda acepción, como la "tristeza melancólica originada por el recuerdo de una dicha perdida". En una de mis escenas favoritas de Mad Men, Donald Draper define nostalgia como lo hacían los griegos: "literalmente, el dolor de una vieja herida".
En mi caso me "teletransporto" siete años atrás, concretamente a mayo de 2008. En la foto aparezco con compañeros de baloncesto de mi colegio. Casualidad o no, en mi foto más reciente también aparezco con compañeros de mi equipo de baloncesto, coincidencia que me alegra, pues hay ciertos vínculos del pasado que uno no quisiera perder nunca.
La RAE define nostalgia, en su segunda acepción, como la "tristeza melancólica originada por el recuerdo de una dicha perdida". En una de mis escenas favoritas de Mad Men, Donald Draper define nostalgia como lo hacían los griegos: "literalmente, el dolor de una vieja herida".
En ese sentido, a la nostalgia se le atribuye un cariz negativo. A pesar de ello, hay algo que nos obliga a mirar al pasado y la publicidad lo sabe. Hace poco leía en la prensa el siguiente titular:
La nostalgia vende. "Es delicada... pero potente", dice Draper.
Pero, aparte de para vender, ¿para qué es buena la nostalgia?, se preguntan en este reportaje de la BBC.
Empecé hablando de una mudanza y precisamente haciendo una, mientras iba en el coche, sonó esta canción de un CD de mi hermano.
"Recordar los finales no nos deja imaginar como sería empezar".
Así comienza la canción. Y así termino yo.
Deseando que cualquier tiempo futuro sea (todavía) mejor.